A quince
kilómetros de Lunahuana al costado del camino de Uchupampa a Catapalla en el
distrito de Cañete en la región Lima existe una construcción la cual esta
remodelada a medias a la cual los lugareños llaman La casa blanca o “la casa
encantada” veamos mas de esta historia.
En la
actualidad Lunahuana es un destino obligado para quienes gustan de los deportes
de aventura, campismo y trekking, siempre repleto de turistas es por esto que
la fama de la casa encantada de Lunahuana creció ya que en Halloween se hacen
fiestas en la cercanía del lugar, nunca en el interior de la casa ya que los
pobladores advierten que ingresar a ella es bajo la responsabilidad del
visitante, incluso ahora es una atracción del lugar siempre observada a la
lejanía.
La historia
nos dice que en el siglo pasado en la guerra con Chile, Cañete fue atacada
(1881) por los soldados chilenos, en ese entonces un hacendado que bien la
historia baraja su origen entre peruano o italiano construyo una residencia en
la cual habitaba él y su familia. Los soldados masacraron al pueblo y quemaron
sus viviendas incluyendo a la familia del hacendado.
Sin embargo
no toda su familia murió pues su nieta llego unos años después y al haber
heredado la casa fue para ocuparla con su nueva familia, sin embargo no conto
con que al parecer el alma de sus antiguos ocupantes que ahí murieron no
descansaban en paz, ruidos extraños, sonidos de caballos ahogándose, lamentos,
voces, luces y demás fenómeno paranormal ocurrían en distintas partes de la
casa.
La nieta no
aguanto mucho tiempo y huyó del lugar junto con los suyos dejando la propiedad
abandonada por mucho tiempo, pero al parecer tuvo nuevos propietarios que
estuvieron interesados en el lugar pues el pueblo vio como comenzaron a hacer
mejoras y nuevas obras en la construcción, al preguntar a los trabajadores
dijeron que iba a ser un nuevo hotel sin embargo, nadie sabe porque dejaron las
obras a medio hacer, por las refacciones de la antigua residencia del siglo XIX
no queda casi nada de la casona original pero aun así su historia sigue.
Cuando poco
a poco Lunahuana comenzó a verse como un destino turístico, se unió una
historia más, al parecer unos campistas de la ciudad de Lima eligieron este
destino para pasar parte del verano, llegando por la noche sin ver ningún lugar
abierto a esa hora, excepto una fiesta o reunión en una casa. Contentos de
tener un lugar al cual ir para hacer tiempo hasta que amanezca entraron al
lugar para bailar y departir pues desde afuera se veían luces, voces y música,
toda una gran festividad.
Pero al
ingresar al lugar todo se apagó de golpe, la gente, la música el ruido en general
todo desapareció dejando ver las ruinas de la casa como estaban, los chicos
salieron huyendo de susto y uno salto hasta la pista que cruza frente a la casa
donde murió atropellado por un auto a gran velocidad.
Sin embargo
esto no hizo más que aumentar el morbo de la gente por la casa encantada van a
visitarla durante el día, en sus cercanías algunos jóvenes turistas y campistas
se atreven a hacer sesiones de ouija y espiritistas, incluso se dice que
algunos se atreven a hacerlas dentro hasta en la noche pero al parecer solo son
versiones fantasiosas pues nadie se atreve a ingresar por la noche en esta
casa.
Los
pobladores ya la han tomado como un centro turístico pintándola de color blanco
y advirtiendo a la gente sobre la condición de esta casa, la condición de “casa
encantada” de Lunahuana.
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